Reflexiones post-fiesta

Pues nada, otra fiesta que pasa, y la verdad, pocas cosas cambian. La búsqueda de solomillo tras las 11 siempre es en vano, la eterna pregunta de los langostinos sigue presente y la orquesta es infame. Bueno miento, una cosa sí que cambia, cavernas ha pasado de ser el referente de villancikos a ser absolutamente ortales, a ver si el año que viene los garcilasos recuperan su inspiración!

Por otra parte, me sigue sorprendiendo el fenómeno espacio-temporal relativista que se produce en la fiesta. Por qué 8 horas de tiempo real transcurren en 15 minutos de tiempo relativo es algo que nunca me podré explicar.

Lo último, suerte pal cole el finde que viene en Donosti. Va a estar chungo, pero hay calidad de sobra para dar la sorpresa. Y si no, pues unos pintxos en lo viejo y palante!